lunes, 9 de abril de 2007


La madre de Alejandra Villafañe, amiga cercana con la que estudié los últimos años de colegio, compró un apartamento en un edificio en la avenida Roosevelt llamado Torres de la Plazuela. Pocos días después de la compra, el terremoto que devastó las estructuras de la Clínica Materno Infantil fracturó las columnas del edificio y Aleja apenas alcanzó a pisar su nuevo hogar. El edificio, ya viejo, no contaba con los parámetros establecidos por plantación de prevención de sismos, causándole daños permanentes que requerían de extensiva reparación y reconstrucción. Todo pudo haber sido prevenido desde un principio. Hace unos meses, tres años después de lo ocurrido, todo este tiempo pagando doble administración, Aleja piso el apartamento que debió haber pisado mucho tiempo antes. Son casos como estos los que cuestionan la aplicación de los parámetros de prevención de los daños causados por los terremotos en las edificaciones caleñas….

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